• QUIÉN SOY •

Hola! soy Kari, desde que tengo recuerdos se que he recibido de diversas maneras mensajes de la Naturaleza, de «eso» que llamamos Universo. Por esos años tuve la bendición de no recibir regaños ni llamadas de atención cuando «veía» o «sentía» a alguien o algo qie otros no podían ver, al contrario, donde crecí había magia.

Uno de los lugares adonde voy, espiritualmente, a encontrar equilibrio es un claro del bosque adonde iba con mis amigos cerca del arroyito de deshielo donde nos descalzábamos y nos tirábamos en el pasto a ver las formas de las nubes y reflexionar sobre la existencia.

 

ANCESTROS Y ANIMALES COMO GUÍAS

Mi  abuela era curandera (lo sigue siendo desde el otro lado) ella me enseñaba a soñar consciente, a hablar con los espiritus y mamá practicaba telepatía conmigo. Todo era un juego, muy real.

Era todo tan natural, no crecí con miedos pero si con mucha curiosidad y preguntas, creo que por eso  siempre caía en mis manos por acción de los espiritus toda literatura sobre chamanismo, religiones, creencias, magia, psiquismo, ángeles, mediumnidad.

Entre medio de la literatura clásica, los recomendados de la biblioteca y la sincronía que siempre acercaba ese ejemplar que tenía que leer.

Con el tiempo aprendí que la manera en que escuchaba, era una escucha por telepatía y que podía ayuda, acompañar a otras personas humanas y no humanas.

En este camino voy disfrutando de comprender y muchas veces no comprender la vida, con un prisma que trasciende lo humano.

PSIQUICA Y MEDIUM

Cuando en el año 2016 murió mi abuelo, le pedí que cumpla una promesa que teníamos, decir que había del otro lado. Cumplió. 

A la mñana siguiente, escuché una frase que retumbó en mi pecho y en mi mente: Lo que pasa acá, repercute el otro lado. 

Desde ese día, mi atención se centró en esta capacidad que tenía para escuchar y percibir otros planos. 

Descubrí personas, escuelas y estuve durante varios años en grupos donde como psíquica brindaba ayuda a personas con diferentes tipos de dificultades. 

Mi faceta docente, siento que es la que me permitió adoptar una ética de trabajo acorde al tipo de servicio que brindaba. 

No curo, no sano, no prometo resultados. Solo veo.