• QUIÉN SOY •

Hola! soy Kari, desde que tengo recuerdos se que he recibido de diversas maneras mensajes de la Naturaleza, de «eso» que llamamos Universo. Por esos años tuve la bendición de no recibir regaños ni llamadas de atención cuando «veía» o «sentía» a alguien o algo, al contrario, donde crecí había magia!

Uno de los lugares adonde voy a encontrar equilibrio espiritualmente es un claro del bosque adonde iba con mis amigos cerca del arroyito de deshielo donde nos descalzábamos y nos tirábamos en el pasto a ver las formas de las nubes y reflexionar sobre la existencia.

 

ANCESTROS Y ANIMALES COMO GUÍAS

Mi  abuela era curandera (lo sigue siendo desde el otro lado) ella me enseñaba a soñar consciente, a hablar con los espiritus y mamá practicaba telepatía conmigo.

Era todo tan natural, no crecí con miedos pero si con mucha curiosidad y preguntas, creo que por eso  siempre caía en mis manos por acción de los espiritus toda literatura sobre chamanismo, religiones, creencias, magia, psiquismo, ángeles, mediumnidad.

Entre medio de la literatura clásica, los recomendados de la biblioteca y la sincronía que siempre acercaba «ese» ejemplar que tenía que leer.

Ya en mis 18 años al ingresar a la universidad un velo de dudas y cuestionamientos me tapó, fui cerrando mi búsqueda espiritual, no tuve apoyo y sentí miedo por primera vez.

Mi espiritualidad fue aplacada, mucho de lo que no se podía explicar en el mundo material era cerrado, apenas había una rendija por donde miraba cada tanto pero ya no encajaba en ese mundo académisista que necesitaba dar explicación racional a todo lo que se siente.

Me cerré completamente. hasta que me dejé sorprender por el amor, ahora el amor de mi abuelo desde el otro lado dandome la llave para abrir otra vez la puerta.

Me mostró claramente la telepatía y fue mas que una emoción, un despertar, fue una llave a una puerta de mi pasado que había cerrado y abrí todos mis sentidos.

 

Monoke terminó el trabajo quedandose en casa para acompañar mi proceso y poniendome por meses a cumplir con una lección valiosa para mi: abrazar el silencio.

Poco a poco fui desarrolandome, no me sorprendí de ver de nuevo a mis abuelos acompañándome en este camino.

Y fueron apareciendo mis guias terrenales y espirituales.

La reflexión que me quedó al final es, que si aceptás el camino todo empieza a aparecer, se hace visible, se devela, empieza a estar mas cerca y eso no significa que sea fácil.

El camino es arduo, de sanación, mucho esfuerzo, de estudio y experimentos.

Se extenderá a lo largo de mi vida esta campaña llena de aprendizajes donde siento que dejo el corazón para confiar en los guías y maestros que me acompañan.

Sentir y abrir el corazón es una enseñanza diaria que recibo de cada ser con el que conecto.

Me siento muy feliz y agradecida de ser un medio, una herramienta, para que haya más entendimiento, más amor, más empatía entre especies.